“La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven.- Jules Renard”

Envejecemos. Como ser humano, nos hacemos mayores, y en la mayoría de los casos, nos lamentamos de las muescas que el paso del tiempo deja en nuestros cuerpos; siempre rememoramos aquellos años que fueron mejor, con nostalgia.

Pero mientras el ser humano es nostálgico, los animales sólo miran para adelante. Como nosotros, para ellos envejecer también tiene sus contras, pero disfrutan mucho más de sus pros: saben que su capacidad de amar es ilimitada, saben el arte de perdonar sin rencor que después de 8 años compartidos con una familia le dejen para morir de una infección o sacrificado en una perra. Lo saben porque en el segundo 2 de estar de nuevo en otra casa, con otra gente que es ajena, vuelve a amarlas como si esos 8 años los hubiera vivido con ellos y no existiera la decepción.

Y no es viejo, porque lo huele todo, lo busca todo, y todo lo mira con unos ojos abiertos llenos de curiosidad, y un poco vidriosos por la sabiduría. Lo observa todo, tranquilo, esperando siempre que le digas lo que tiene que hacer, como ya le enseñaron antaño. Porque él ya sabe lo que tiene que hacer. Te quiere desde el momento en que cogiste en brazos el saco de huesos que estaba hecho, intentando sobrevivir un día más en la perrera. Porque no quería morir. Porque todavía tenía mucho amor que dar y muchos olores que descubrir.

Te sigue, te observa. No molesta, no ladra, ni siquiera está nervioso. Sólo te mira con los ojos muy abiertos: con curiosidad, esperando que le digas qué quieres que haga, hasta dónde quieres que te acompañe.

El sitio que le digas será su sitio para siempre, esperando que siempre sea siempre a tu lado. Sólo quiere observarte, seguirte, hacerte mimos y que le rasques un poquito.

¡Ah bueno¡ Y que le des de comer blandito porque el tiempo en la calle pasó factura y no tiene dientes. Que le saques a seguir descubriendo olores nuevos y a correr detrás de las hembras: porque es feliz y quiere y le gusta: correr, olfatear, disfrutar; y estar en casa contigo a la vuelta del paseo, disfrutando de su rincón y vuestras cositas.

El de la foto es Zack, un caniche de 8 años que llevaba 4 meses en la perrera y fue sacado, al límite de su cuenta final, por APAMAG. Esta es su historia, pero también es la historia de tantos otros, que tras una vida de lealtad son puestos a terminar sus días de la forma más infame.

Hola a todos!!!!!! Hoy cumplo 1 añito como mami de acogida!! Cuántas vidas han pasado por aquí y aunque no voy a mentir... las separaciones y entregas han sido duras, pero.. que ilusión me hace verlos hoy felices a todos ellos y muy mimados por sus nuevas familias. Eso si que no tiene precio...
Y para celebrarlo, les voy a hablar de mi acogido temporal actual: Cobu. Lamentablemente sólo estará por unos poquitos días más conmigo porque por motivos personales en estos momentos me es imposible acoger :(
Cobu es... uffff no tengo palabras... es más dulce que una bombonería entera!!!!!! El no se hace querer, se hace AMAR. Es un perrito que tiene 8 años en los cuales ha sufrido demasiado. Es un campeón, con una fuerza y unas ganas de vivir increíbles. El es especial. Fue encontrado en pésimas condiciones y poquito a poco se va recuperando. Tiene un problema en sus patitas, así que a veces llorisquea bajito pidiendo auxilio para que te acerques y lo ayudes a no resbalarse, y de a ratos trota como un jovenzuelo por la casa. Y... como hoy en día no hay nada gratis, el me paga con besos y más besos y a mi me cae la baba... que te comería el hocico a besos Cobu!! Tiene también algunos problemas en su tripita que estamos solucionando con tooooda la familia Apamag que me traen medicamentos y piensos especiales. Y está dando resultado! Ya hemos conseguido que engordara un poquito y no es porque el señorito no coma eh!!! Y si algo le gusta mucho no te deja de extorsionar con la mirada jejejeje. No necesita mucho más. Él sólo quiere tres cosas: mimos, más mimos, y paseitos. Pide salir para hacer sus necesidades y dar esos paseos cortos que tanto le gustan. Y no deja nada sin olisquear... es un cotilla. No hace daño en casa, se lleva fenomenal con mi perra y con mi gato y duerme un montón plácidamente en su cama. Es muy sumiso, no sé si sabe gruñir siquiera. Se deja hacer de todo, con tal que le des unos mimos en la cabeza. Por las mañanas al despertarme malhumorada lo veo venir a buscarme con su rabo en movimiento y riendo, y con esa mirada que me dice: que alegría!! estás aqui!!! tantas horas sin verte!! y como no... me lo como a besos de nuevo!!!!!!!!!! y así me tiene todo el día. Ya os dije que es especial, necesita algunos cuidados, pero mucho menos que un cachorro. El ya es un señor muy educado. Esta despedida sin duda va a ser la más difícil para mi. Necesito saber que lo cuidarán y que le darán tantos mimos como yo porque eso es lo que a él le hace feliz. Lo único que él reclama es un poquito de atención y cariño, cuanto más puedas... mejor. Es toda una lección de vida este perro, para niños y para nosotros mismos. Agradecer lo poco o mucho que tenemos, no reclamar, no tener maldad y que hay que ser solidarios y humanos y ayudar al más débil. La recompensa está en su mirada, en su rabo que se mueve, en cuando te persigue por la casa y se pega a tu pierna hasta que llega la caricia. Para mi ha sido un aprendizaje, un replantearme muchas cosas y agradezco esa enseñanza. Gracias Cobu por haber entrado en mi vida. Yo, TE AMO y es imposible que alguna vez te olvide.
un beso grande a todos

Erica

Hola Apamagueros y simpatizantes apamagueros.
He esperado 1 año desde que Telma, antes conocida como Belma, se uniera a nuestra familia perruna, para escribir esta crónica "con propiedad".
Estrenado 2013, mi pareja y yo, que un año antes ya habíamos adoptado a una pequeña labradora a punto del desahucio de una familia a la que "le creció demasiado", estábamos barajando posibilidades. Lúa (la labrador), pasaba muchas horas solita en casa siendo una perra muy sociable. ¿Sería conveniente buscarle algún amiguito con el que pasara nuestras horas de trabajo?
Así que fuimos a una feria de adopción que Apamag organizó en febrero: sólo a ver (ya, claro...). Si mi memoria no me falla, juraría que Telma era prácticamente la primera perrita que vi.
Creo que fue su mirada: un marrón brillante que resaltaba sobre la noche de su pelaje; o su perilla un poco de chivo que me recordó un poco a otra perrita que tuve.
No sabía ni qué edad tenía, ni su carácter, casi ni siquiera su sexo en ese primer instante, pero sí supe que era ella la que buscaba. Luego, preguntando por sus características a las excelentes voluntarias y voluntarios de APAMAG no hice más que confirmarlo.
La duda era, ¿se llevaría bien con Lúa, que había sido durante un año, la única propietaria de su colchón, la niña mimada de la casa? Juzgad por vosotros mismos:

Comparten juegos, colchón, juguetes y mimos mutuos. Cada una con su personalidad bien diferenciada. No sólo fue un gran acierto, si no que la alegría que te da un perro se duplica. Verlas jugar e interaccionar puede llevarme horas y horas, y me produce una satisfacción sin medida.
Donde caben dos, caben tres, en este caso, con mi pareja y conmigo, cuatro. Al principio

Este correo va dirigido a todos los componentes y colaboradores sin excepción alguna de la protectora Apamag:

Me llamo Javi y tengo en acogida a Jara desde hace 2 semanas, como ya sabéis por desgracia ella se perdió hace 2 noches y después de 18 horas prácticamente de búsqueda una persona la entrego a una protectora vecina.
Una gran persona la recogió esa noche la llevo a su casa la dio de comer agua etc... y por suerte al día siguiente sobre las 7 de la tarde la llevo a la protectora en la cual ya habíamos dejado el aviso.
Esas 18 horas son de las más angustiosas que he pasado en mi vida, solo lo supera el cáncer y el posterior fallecimiento de mi padre hace 5 años. Por desgracia sabéis de que hablo, porque me habéis demostrado mucho más de lo que yo podía imaginar, he visto que sufrís y queréis igual a cualquier animal como si fuesen vuestros propios y eso me llego al alma.
Me habéis hecho ver que todavía quedan buenas personas y que no todas las personas se mueven por dinero, como la mayoría en este mundo contaminado de humanos.
Por eso estoy intentando daros de la mejor forma posible mi más sincero agradecimiento, a todos vosotros , a cualquier protectora y particulares en general que actúen como vosotros , de una forma totalmente altruista , y por eso mismo hago esto , Vosotros os alimentáis de 3 cosas , satisfacción personal , reconocimiento y sobre todo ver , a cuantos mas peludetes felices y con hogar.
La vuestra es una labor dura y muy poco agradecida, ya que cuando salváis a un animal llegan otros tantos que necesitan tanta o más ayuda que el anterior, por eso y por tantas cosas mas os admiro.