Pequeña Baby

baby

Nuestra pequeña trasto. Pizpireta y cariñosa. Esta madrugada, tu pequeño cuerpecito no ha aguantado más y no te puedes hacer a la idea cómo nos has dejado a todos.

Desolación, rabia e impotencia es lo que hay detrás de quien escribe estas letras, pero seguro que son los sentimientos de todos los que hemos estado cerca de ti desde que empezaste a ser apamaguera. Muchas horas de veterinarios, muchas pruebas, muchas carreras…  y aunque cada vez eran mayores los miedos, tenía la esperanza de que esto iba a acabar de otra manera. Y me queda ese nudo en la garganta, esos ojos que apenas aguantan sin llorar, atada de pies y manos, y sin saber qué te estaba pasando.

Son momentos duros para todos, pero especialmente para tu casa de acogida, quienes han sido una familia para ti desde el primer día. Para ellos, y en especial para Teresa: GRACIAS, por todo. Descansa en paz pequeña.

Desde hoy, hay una estrella más brillando en el cielo y sabremos cual es porque brillará con la misma intensidad que lo hacían tus ojos.