Mi pequeño destino

xica

Todavía recuerdo el día que te conocí. Tenías tanto miedo que te acurrucabas para pasar desapercibida y te escondías detrás de cualquier cosa que te sirviera, ni siquiera te atrevías a moverte para no molestar. Y ahora que te miro y te veo tan simpática, alegre, tranquila, juguetona, obediente, cariñosa, lista y…comilona no puedo dejar de agradecer el día que me pidieron que te acogiera por miedo a que se te llevara un desconocido o algo peor. Y solo era por una semana y fíjate, ya llevamos juntas más de un año. Y aunque me hagas madrugar, salir a la calle aunque llueva a cántaros o haga un calor asfixiante, aunque tenga que perseguirte para que no cojas cualquier cosa del suelo, aunque mi casa esté llena de pelos, eres lo mejor que me ha pasado, la mejor decisión que he tomado. Cuando todo va mal o me siento triste, solo pensar que estás ahí es suficiente para sentirme un poquito mejor y lo más sorprenderte es que tú no haces nada, solo estar ahí, sentarte delante de mí cada vez que quieres algo y mirarme con ojitos tiernos para que te haga caso, pegar saltos cuando ves tu plato de comida en mis manos o ponerme los zapatos para salir, apoyar tu cabeza en mis piernas cuando me siento junto a ti y dejar que te acaricie la cabeza. Toda mi vida he oído o leído lo que la gente decía de sus perros, lo maravillosos que son pero nunca pude comprobarlo por mí misma hasta ahora y tengo que decir que todo era verdad. Espero que nunca más tengas miedo ni vuelvas a acurrucarte detrás de lo más mínimo para que no se te vea. Yo haré eso por ti toda mi vida porque para mí siempre serás la mejor perrita del mundo.

Xica1

Te quiero Xiquitina.