Hermanitos con mala suerte

hachiko 2Fue el 15 de mayo el día que nos cruzamos con ellos. Nos cruzamos porque al ir a sacar de la perrera a otros perretes, aparecieron dos cachorrillos casi idénticos que habían sido abandonados poco antes. ¿Y cómo dejar a dos seres de apenas dos meses solos en una perrera? Para Apamag esa no es una opción. Rápidamente se pone el proceso en marcha que ya

es habitual entre los voluntarios de nuestra protectora: alguien avisa al resto, se coordinan transportes, se busca casa de acogidas, se avisa al veterinario.
Una vez con chip, desparasitados y con vacunas si procede, llega el momento más decisivo para ellos: empezar a convivir en una casa de acogida. Ya no son dos cachorros cualesquiera, son Hachiko y Starsky, y empiezan a conocer lo que es el calor de hogar, las largas siestas y la comida asegurada. De hecho los dos ya lograron sendas familias que les querrán para siempre.
loky y thor 3Muy similar a la historia de estos dos, ocurrió con Thor y Loky. Ellos vinieron desde Jaén, nada más y nada menos. Una voluntaria de Apamag los encontró y movió Roma con Santiago hasta encontrarles acogida allí y finalmente traerlos a Madrid. Ahora con dos mesecitos recién cumplidos empiezan a mostrar sus personalidades, protagonizando fotos adorables y vídeos divertidísimos, que no tardaron en enamorar a una familia estupenda que ya adoptó a uno de ellos.

Freddy y Uri 15Menos suerte parece que están teniendo dos preciosidades que están en Apamag desde antes que las dos parejas de las que acabamos de hablar. Son Freddy y Uri, dos pequeños galguitos que tuvieron la fortuna de toparse con una de nuestras voluntarias en su camino. De nuevo, en Apamag no somos de mirar a otro lado, así que se montó ‘un dispositivo’ para rescatarles del abandono. Freddy, que es de naturaleza más confiada y abierta, no dudó en acercarse a la olorosa comida que le ofrecían nuestras compañeras. Pero Uri, que aún sigue recelando de la mano humana, nos hizo correr detrás de él varias horas. Una vez en ‘casa’, demuestran que su personalidad no es fruto del momento del rescate. Siguen siendo el yin y el yang: Uri mimoso y tímido, Freddy saltarín y curioso.
Este post es precisamente para ellos. Para visibilizar a nuestros ‘flacos’, que no paran de hacer progresos día a día. Es como si supieran que su casa de acogida se acaba este mismo mes y se esfuerzan en superar desconfianzas y malos hábitos ara convertirse en compañeros ideales. Ya pasean con correa perfectamente, piden mimos como cualquier hijo de vecino y se están convirtiendo en los galgos más guapos del parque. Anímate a acogerles, conocerles y –seguro, seguro, seguro- enamorarte de uno de los dos hermanos o de los dos. ¡Quién sabe! Porque como los dulces, el amor nunca es demasiado. ¿Nos ayudas a cambiar la mala suerte de FreddyUri del titular en buena suerte y un hogar para siempre?
Acoge, adopta, amadrina, difunde, hazte voluntario

Laura L.